Cuando se pretende rehabilitar un diente que ha perdido gran cantidad de su estructura ya sea por caries, fracturas o desgaste oclusal, realizando una restauración de mayor envergadura tal como las coronas, se debe prestar especial atención a las características del diente remanente. Uno de los requisitos que este debe cumplir para poder realizar una rehabilitación exitosa es que su límite cervical, es decir el límite del diente que tiene contacto con la encía, esté sobre ella, o intracrevicular (aproximadamente 1 mm bajo ella), pero no más, ya que de lo contrario se podría encontrar invadiendo el espacio biológico, el cual corresponde a la unión entre el diente y la encía, y corresponde a una unidad funcional compuesta por tejido conectivo, la inserción de la encía y el epitelio de unión. Es fundamental respetar y mantener el espacio biológico, ya que al invadirlo con el margen de una prótesis puede desencadenar respuestas patológicas en la encía junto con la migración de la inserción del epitelio.
Mantener una adecuada relación entre los tejidos periodontales que rodean al diente y las restauraciones que se realicen en él es fundamental para lograr resultados óptimos en la forma, la función y la estética del tratamiento rehabilitador que se realizará. Cuando el límite cervical del diente se encuentra invadiendo el espacio biológico, es necesario realizar una intervención quirúrgica denominada “Cirugía de Ancho Biológico”, esta intervención se realiza en pabellón, bajo anestesia local, por lo cual no genera ninguna clase de dolor.
La técnica quirúrgica consiste en realizar una incisión en la zona que se pretende modificar y realizar un colgajo (separación de encía y periostio) para poder acceder a la zona con el defecto, se procede a medir con la ayuda de una sonda periodontal para verificar cuando tejido óseo es el que se debe eliminar para devolver un espacio biológico adecuado (el cuál debe ser de 3 mm entre la cresta ósea del hueso alveolar y el borde de la encía), luego se procede a realizar la osteotomía (eliminación de hueso) con un instrumento denominado lima de hueso, y de esa manera se otorga un correcto espacio biológico. Finalmente se reposicionarán los tejidos blandos separados y se unirán mediante sutura. Se entregarán las indicaciones al paciente, y se le indicará un protocolo analgésico y antiinflamatorio. Cabe mencionar que posterior a esta intervención es importante realizar la colocación de un provisorio (diente temporal de acrílico) bien adaptado y pulido, ya que de esta forma los tejidos periodontales y gingivales tendrán una adecuada recuperación.
Duración de la cirugía: 1 hora en promedio, aproximadamente.
Anestesia: Anestesia local.
Duración de la estancia: Ambulatorio. Usted puede irse a su hogar tras la intervención.
Recuperación inicial: Puede reincorporarse a los pocos minutos tras el procedimiento, por ser una intervención ambulatoria.
Riesgos/complicaciones: Poco frecuentes, generalmente asociados a mala maniobra durante la intervención o por el no cumplimiento del paciente de las indicaciones. Evitable mediante un buen manejo y el cumplimiento de las indicaciones entregadas. Dentro de ellas se encuentran, dolor, inflamación, hemorragia, hematomas, daño a tejidos blandos o duros, daño a estructuras nerviosas, infección.
Indicaciones quirúrgicas: